sábado, 14 de junio de 2014

¿Y ahora qué? (1): Volver a la realidad

¡Basta de sufrir! El miedo es un sentimiento que tiende a paralizarnos, yo en principio desearía parar el tiempo para pensar mis próximos pasos. Pero lo cierto es que el tiempo no existe. Y parar no se puede.

Estuve pensando en lo primero que hice, que sería el primer paso y eso fue hablarlo. Necesitaba descargar todas esas ideas eufóricas que se cruzaban violentamente por mi cabeza, volcarlas a la realidad para escuchar cuán ridículas, exageradas, sinceras o fuertes eran. Entonces volví (A Baires  ¿recuerdan que yo viajaba?) para contactar a ésas personas que siento me pueden orientar con mi situación. Porque es difícil ser subjetiva con un problema tan propio y suelo enrrollarme mucho en mis pensamientos por lo que el panorama total sólo lo ve la gente que está por afuera.
Previamente traté de escribir todas las ideas de mi cabeza, porque lo que tiene la mente es que es muy grande, como la imaginación y las cosas a veces se ven distorsionadas.
Escribirlas me hizo dar cuenta que no eran tantos cuestionamientos como pensaba. Ahora lo que faltaba era llevar mis preguntas a alguien que pueda darme su opinión sobre la respuesta o cómo enfrentaron ellos/as situaciones similares.
En resumen
Paso 1: Asumir el problema. Presentar frente a la realidad al Señor Conflicto para darle una forma más definida, encontrar LA duda de entre todas las postulantes y auto demostrarme que tan perdida no estaba (si puedo hallar la duda,  es porque pude despejar y descartar otras menos relevantes y descubrir las que se disfrazan de dudas).
Una vez asumida y pre-definida,  llevé la duda y la compartí con quien sentí que me podía ayudar a revelarla.

Paso 2: Escuchar y analizar
Todavía estoy en proceso de recopilar opiniones, pero al menos con las que ya  escuché pude aclarar mi panorama y ver más allá de mi problema. Hay un montón de soluciones y todas ellas requieren tiempo. Y con eso también llegaron otras preguntas.¿Cuál será el mejor camino?... ¿Qué es lo que realmente quiero?... ¿Qué estoy dispuesta a hacer?... 
"¿Qué hago de mi vida?" es una pregunta muy grande que involucra también mi manera de ser, mis convicciones, mis fortalezas, mis debilidades y deseos.
En lo personal siempre me costó mucho lo social, sin embargo en mi viaje descubrí virtudes y miedos que arrastraba hace mucho y no había advertido hasta que salí a mochilear.También anduve con personas que fueron las que me llevaron a descubrir más caras de mi personalidad.
Y hoy heme aquí escuchando los consejos y recomendaciones sobre la vida que mis compañeros, amigos y familia me da, filosofando entre mates y cositas ricas.

Paso 3: Proyectar
Ahora que tengo clara la duda y obtuve diferentes puntos de vista también imaginé muchas posibles soluciones. Así que para volcarlas a la realidad las escribí (Escribir con tinta sobre papel, no sé por qué, lo hace más concreto). Otra vez encontré ideas ridículas poco reales, algunas muy interesantes y otras que parecían grandes desafíos. Pero ahí están, eso es lo que tengo por el momento. La única manera de saber hasta que punto algo es posible o no, es haciéndolo. Así que de momento voy probando, experimentando y probándome a mí misma qué es lo que yo realmente estoy dispuesta a hacer y que cosas no.


La mente tiene unas dimensiones a veces ilimitadas para expandir y/o empequeñecer ideas, miedos, fuerzas, sentimientos. Y nosotros no sabemos hasta que punto somos subjetivos con nosotros mismos. A mí, el miedo, a veces, me hace ver mis problemas grandes y sólidos como muros que no puedo atravesar. Y eso lo sé muy bien, el miedo nos paraliza. Por eso siempre intento llegar a la acción y confiar en mis amigos y compañeros. Creo que mi gran miedo es que me venza el miedo. Me paralicé al sentir que no encontraba alternativas, pero los amigos y volcar mis pensamientos a un plano real despertó en mí la fuerza necesaria para buscar entonces mi propia salida.
No es que todo este ya resuelto, todavía sigo definiendo mi verdadero miedo detrás de la duda y todavía tengo preguntas revoloteándome la cabeza, pero la impulsión de seguir hacia adelante está viva y como dice mi tío buscar mi destino ya es estar vivísima.

Esta es la segunda parte de "¿Y ahora qué?", una serie de crónicas sobre la búsqueda de mi camino luego de mi aventura mochilera. Para leer la primera parte hacé click acá

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